Historia

ASI NACE ESTE SENTIMIENTO.

La fundación

El “XINGLAR CLUB” de Ascensión nació al calor y entusiasmo de un grupo de jóvenes que habitualmente concurrían al Cine Bar Cosmopolita Esquina Reta, cuna del deporte lugareño por aquellos tiempos (hoy avenida Libertad y Corrientes, esquina donde se erige la Cooperativa Agrícola). Ellos eran Isidro Díaz, Juan Forneris, Bernabé Reta, Juan Solé, Federico Videla, Amèrico “Tito” Bianchi, Jacinto Raimondi, Manuel Reta, Luis Miranda, Luis Colombo, los hermanos Héctor, Edmundo, Humberto y Oscar Ravagnan, Angel Canavesio, Enrique Delgado, Salvador Vitale, Pedro Piccinini, Héctor Lassalle, Agustín Reta, Fernando Vilela, Juan Cutro, Paulino El Negro” Ozán, José González, Antonio “El Ñato” Álvarez, Francisco “Coto” Fernández, Raúl Collar, Héctor Uberti, Artemio Giulianelli, José “ El Gringo” Raimondi, Eduardo “El Zurdo” Troncoso, Eduardo Bianchi, Salvador Gordillo, Emilio Fernández, Francisco Pennella y José Rey, entre otros.
En todos y en cada uno de estos encuentros, el joven Juan Rodolfo Forneris incitaba a los demás a crear una entidad que los congregara para fomentar el deporte y realizar reuniones sociales periódicas. Tanta insistencia rindió sus frutos. El jueves 15 de abril del año 1926, se reunieron en una casa en construcción ubicada en la Avda. 25 de Mayo entre Independencia y Alberdi, en ese entonces propiedad del señor Pedro Haguet y luego vivienda y comercio de Angel Salvadori y su esposa Mercedes (Padres de Andrés “Titi” y Angel “El Tordo” Salvadori). En una de sus salas se constituyó la institución deportiva que llevaría el nombre de XINGLAR CLUB SOCIAL Y DEPORTIVO DE ASCENSION.

El nombre del Club

SINGLAR del francés cingler, significa NAVEGAR, ANDAR LA NAVE CON RUMBO DETERMINADO.

Cuenta la leyenda que el joven Luis Miranda, propuso que el futuro club se llame XINGLAR “inspirado” en la pintura de un “barco navegando” que adornaba las paredes del lugar de reunión.
Por treinta y tres años se lo llamó “XINGLAR” con “equis”, pero en el año 1959, Personería Jurídica obliga a la institución (El Presidente era José “Pepe” Mascheroni y el Secretario Luis Carlos Chiesa) a reemplazar la “equis” por la “ese”. A partir de ese año se denomina “SINGLAR CLUB SOCIAL Y DEPORTIVO” con “S”.

BanderaLos colores del Club

Muchos fueron los debates y discusiones que en aquel entonces tuvieron “los muchachos” para elegir los colores de su casaca deportiva. Hasta que por fin, triunfó la postura de Jacinto Raimondi: AZUL Y ORO. (Como la de Boca Juniors). Aunque Ud. no lo crea, Jacinto Raimondi era hincha….de Racing.

El acta de fundación de “XINGLAR CLUB” dice lo siguiente:

 

Número uno: En Ascensión, jurisdicción del Partido de General Arenales, a quince días del mes de abril del año mil novecientos veintiséis, convocados por una comisión provisoria, los que al pie se citan, el señor LUIS MIRANDA explica el objeto de la reunión. A moción del señor JUAN FORNERIS, se nombra una comisión provisoria, siendo elegido para presidente el señor LUIS COLOMBO y como secretario el señor JACINTO RAIMONDI. Después de diversos cambios de opiniones sobre el nombre que llevará el Club, a indicación del señor LUIS MIRANDA, se acepta el de XINGLAR CLUB SOCIAL y DEPORTIVO. Para Secundar al Presidente y Secretario, es nombrado Tesorero el señor ANGEL CANAVESIO. La Comisión esta, es provisoria y durará hasta que el Club llame a Asamblea para nombrar la comisión efectiva. El XINGLAR CLUB, fomentará por todos sus medios los deportes en general y sus equipos de “FOOT-BALL; será la escuela de los buenos “Sportman”, tratará de dar una reunión social a sus asociados todos los meses y cuando lo crea conveniente creará una sección de “SOCORROS MUTUOS”. (Con respecto a este último punto, tuvieron que transcurrir 73 años para que en el año 1999 se fundara la Asociación Mutual de Singlar Club). Con esto se da por terminado el acto de fundación.
Esta Comisión PROVISORIA quedó constituida de la siguiente manera:

Presidente: Luis Colombo
Vicepresidente: Salvador Gordillo
Secretario: Jacinto Raimondi
Prosecretario: Eduardo Bianchi
Tesorero: Angel Canavesio
Protesorero: Américo Bianchi
Vocales:
Juan Forneris, Emilio Fernández, Enrique Delgado,
Francisco Pennella, Luis Miranda, Eduardo Troncoso,
Salvador Vitale, José Raimondi, Héctor Ravagnan
y Oscar Ravagnan.

LOS FUNDADORES

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Juan Forneris

El joven JUAN RODOLFO FORNERIS, luego de asegurarse el apoyo de sus amigos, a quienes contagió con su pasión y entusiasmo, aplicó todas sus energías al ansiado proyecto de crear una Entidad Deportiva. Por su espíritu inquieto y renovador, fue sin duda el líder de la gesta fundadora de Singlar Club aquel 15 de abril de 1926.
Hijo de Juan Forneris y Juana Solá, nació en Lobos, Provincia de Buenos Aires, el 27 de diciembre de 1908. En diciembre del año 1925, con solo 17 años de edad, llegó a Ascensión a trabajar como vendedor en la tienda “Andino” (esquina de Libertad y Rafael Reta frente a la Cooperativa Agrícola), realizando luego diversas tareas, entre ellas las de administrador y redactor del semanario “El Pueblo” de Jacinto Raimondi.
Alto, bien parecido, invariablemente alegre y optimista, Juan Forneris mostraba una simpatía tal, que conquistó gran popularidad y en poco tiempo se ganó el respeto y el cariño de la gente de Ascensión.Juan Forneris
Durante los seis años que permaneció en el pueblo, repartía su tiempo libre entre sus amigos, el fútbol, el teatro, el box y el quehacer institucional del Singlar
Desde la fundación del Club, formó parte de casi todas las Comisiones Directivas y durante mucho tiempo fue el Presidente de las subcomisiones de deportes secundado por Jacinto Raimondi, Fernando Vilela, Héctor Uberti, Héctor Lassalle y Artemio Giulianelli. En el año 1931, es elegido en Asamblea de socios y por “unanimidad”, para ocupar la Presidencia de Singlar Club.
Juan Forneris sentía una profunda atracción por el “Foot-Ball” (como llamaban al popular deporte en aquellos años). Hincha “fanático” de Racing Club de Avellaneda, tuvo una destacada actuación como arquero en las filas de Singlar entre los años 1926 y 1931.Juan Forneris
Poseía una aguda sensibilidad y un temperamento artístico muy particular. Su inclinación por las tablas y su talento natural para la actuación, lo llevaron a interpretar muchísimas obras teatrales.
Pero su verdadera pasión fue el boxeo. De físico imponente y flexible, fue peso mediano en sus comienzos y luego categoría medio pesado. Púgil experimentado y de una calidad superior, realizó 45 combates y llegó a ser campeón de Ascensión, de Rojas y del Partido de General Arenales.
En el año 1927, la Comisión Directiva, presidida por Salvador Gordillo, propuso a Juan Forneris la construcción de un ring y lo nombró “profesor” del equipo de box del club.
En el año 1931, Juan dejó nuestro pueblo para establecerse en Vedia, donde constituyó una sociedad comercial con su amigo, Artemio Giulianelli, dedicada al rubro “librería, papelería, cigarrería e imprenta denominada El Sportman.
Contrajo matrimonio en Ascensión, con su novia de la adolescencia, señorita María Juana Bianchi, el día 16 de junio de 1934, con quien tuvo dos hijos: Carlos Rodolfo y Mary Beatriz.Juan Forneris
Luego de permanecer en Vedia por muchos años, se radicó con su familia en Santa Isabel, provincia de Santa Fe, donde trabajó conserje del Club Social y Deportivo General Belgrano y el Armonía Bochas Club. Nunca le faltó su cuota de hombre aventurero. Con su esposa Mary y su cuñado Herminio Bianchi, recorrió el país administrando una calesita para niños. También fue propietario de una heladería.
Con el Juan Forneristiempo se trasladó a la ciudad de Rosario, donde transcurrieron sus últimos años. Falleció el 10 de julio del año 1993 a los 85 años de edad en compañía de sus hijos y sus cuatro nietos. Sus restos mortales descansan en el Cementerio de la Localidad de Santa Isabel.
Según su hija Mary, su padre siempre recordaba su juventud en Ascensión (el pueblecito que lo cobijó con fraternal cariño). Juan Forneris conservó hasta sus últimos días fotografías y recortes periodísticos que daban cuenta de sus actuaciones deportivas y culturales en Ascensión (el boxeo, el fútbol, el teatro). Mostraba su álbum con marcada satisfacción a sus conocidos y con nostálgico placer, “se le piantaba un lagrimón…” cuando recordaba a su querido Singlar Club… el Club de sus amores…

Luis Colombo

El señor LUIS COLOMBO, tuvo el sumo honor de haber sido designado Presidente de la flamante Institución. Fue nada menos que el primer Presidente de Singlar Club. Esta importante distinción le fue concedida por sus compañeros en la reunión del día 15 de abril de 1926, quienes lo eligieron observando su conducta, su hombría de bien, su inteligencia y su madurez. Contaba con experimentados 28 años que le confirieron el dominio y la autoridad suficiente para merecer el cargo.Luis Colombo
Italiano de nacimiento, naturalizado argentino, nació el día 11 de marzo de 1898 en Casorezzo, una pequeña comarca de la provincia de Milán en el norte de Italia llamada. Su padre se llamaba Eugenio y su madre Fulvia Fantelli. Tuvo tres hermanos: Enrique, Gerónimo y Ceferino. Contrajo matrimonio en la ciudad de San Nicolás con Teresa Colombo con Mujer de Colomboquien tuvo tres hijos: Roberto, Duillo y Nilda.
Alto y delgado, al poco tiempo de fundado el Xinglar se fue por razones de trabajo. Recorrió diversos lugares hasta que se estableció en San Nicolás, donde tuvo almacén de ramos generales, camión de transporte, fabrica de embutidos en sociedad con su hermano Enrique para terminar siendo empleado de La Emilia, una importante fábrica textil. En esta empresa se jubiló. El señor Luis Colombo falleció el día 15 de diciembre de 1984 a los 86 años de edad. Sus restos descasan en el cementerio de la ciudad de San Nicolás, Provincia de Buenos Aires.

Jacinto Raimondi

Periodista, escritor, director del semanario “El Pueblo” y luego del “Ascensión”, corresponsal de varios diarios de la zona y de la Capital Federal, lector de inagotable curiosidad, actor de teatro de aficionados, culto y educado, JOSE JACINTO FRANCISCO RAIMONDI, tiene un puesto inalterable entre los grandes de la historia de Singlar Club. Jacinto Raimondi
Su nacimiento tuvo lugar el 9 de marzo de 1904 en Pergamino, Provincia de Buenos Aires. Creció en el seno de una modesta familia de clase media compuesta por su padre, llamado Gregorio (sastre de profesión), su madre, Mariana Venini y sus hermanos menores José y Rosario.
Completó sus estudios primarios en la Escuela Nº 3 “Pedro Palacios” y durante años vivió en el Nº 576 de la ex calle Bartolomé Mitre (hoy Alberdi) entre Córdoba y Belgrano.
Raimondi, poseía una inmensa capacidad creadora y un agudo sentido práctico, capaz de abarcar y profundizar con brillantez una enorme cantidad de actividades. Servicial y complaciente, a lo largo de su vida cosechó muchísimos amigos que ciertamente lo apreciaban y que él apoyaba y ayudaba desinteresadamente.
A los 26 años se casó en Ascensión con la señorita Blanca Basiglio el 15 de febrero de 1930, con quien tuvo dos hijos: María Griselda y Carlos Gregorio.
Falleció en Junín el 19 de febrero de 1980 a los 76 años. Sus restos mortales descansan en el cementerio de nuestra Localidad.
Indudablemente, Jacinto Raimondi fue uno de los fundadores del Club más carismáticos e influyentes. Por su talento innato y Jacinto Raimondipolifacético fue siempre el Secretario de la Entidad, función que desempeñó con diligencia y dedicación por muchos años. Se ocupaba de todas las funciones típicas de una secretaría de Club: redactar actas, escribir y contestar correspondencia, confeccionar memorias y balances, convocar y conducir asambleas y todo lo relativo a la gestión, tramitación, reglamentación y papeleo de una Institución. Para todas estas fastidiosas tareas, la figura de Jacinto Raimondi resultó vital para el Xinglar Club.
Le gustaban los deportes en general. Practicaba boxeo, básquet y jugaba al fútbol, generalmente en la reserva o segunda del Xinglar (“intermedia” como le llamaban en esos tiempos), con algunas fugaces intervenciones en la primera división. No era precisamente un crack pero entusiasmo no le faltaba. Cuando se dio cuenta que, evidentemente el fútbol no era su fuerte, se convirtió en un especializado árbitro de fútbol, boxeo y basket-ball. Fue un excelente referee, muy requerido por los clubes que lo convocaban para dirigir competencias deportivas de importancia.
Indiscutiblemente y sin ninguna duda, el señor Jacinto Raimondi, jugo un papel protagónico fundamental en el proceso fundacional de Singlar Club.

Angel Canavesio

El señor ANGEL ALEJANDRO CANAVESIO, fue uno de los fundadores ilustres del Xinglar Club. Tuvo el honor de ser el primer tesorero y el tercer Presidente de la Institución en el año 1928. Angel Canavesio
Nació en el año 1897 en Carmen, un pequeño Pueblo del Departamento General López en la Provincia de Santa Fe. Pertenecía a una modesta familia de inmigrantes, esforzados chacareros que trabajaban infatigablemente. Sus padres, Juan Canavesio y Francisca Bertero y sus hermanos José, Juan y María, se ocupaban de firme a las faenas del campo. Posteriormente, fueron dueños de una fonda (hotel) en General Arenales. Los huéspedes disponían de un sitio para atar los caballos, aparcar los carruajes o automóviles, comer y pasar la noche.
A Angel Canavesio, el menor de los hijos, no le sedujo el sacrificado y penoso trabajo rural de aquellos tiempos y mucho menos las tareas de la fonda, motivo por el cual, se lanza a la búsqueda de un mejor futuro laboral. Siendo adolescente, obtiene empleo en la Usina de Luz Eléctrica de Ascensión y permanece en nuestro pueblo gran parte de su juventud, donde establece un vínculo excepcional con los vecinos de Ascensión.
Durante el tiempo que permaneció en nuestro Pueblo, se abocó por completo a la organización del Xinglar y a disfrutar de su gran pasión: el teatro. Poseía un genio artístico fantástico. Su vocación actoral lo hizo intervenir en un sinnúmero de obras teatrales.
Con los años, lo alienta la oportunidad de independizarse y se establece en Arribeños donde, con un señor de apellido Botta, constituye una prospera sociedad comercial. “Almacén de Ramos Generales de Botta & Canavesio” se denominaba la firma mercantil, muy floreciente y popular en aquellos años. Canavesio
Se consolidó en Arribeños, pueblo que lo albergó afectuosamente y del que se ganó el respeto de su gente. Con el tiempo, vende su parte societaria, se jubila y se traslada a San Justo, Provincia de Buenos Aires. Don Angel Canavesio en el año 1970, ya en el ocaso de su vida, adquiere una propiedad en Villa Cañás, Provincia de Santa Fe, para vivir el resto de sus años lejos de la gran ciudad, tranquilo y acompañado de uno de sus sobrinos José “Tatín” Canavesio. A los dos años de permanencia en esta, fallece soltero el 27 de agosto de 1972 a los 75 años de edad. Sus restos mortales descansan en el cementerio de Villa Cañás.
Según cuentan sus sobrinos Irene Canavesio de Giménez y José Canavesio, Don Angel poseía una sensibilidad extrema, entrañablemente complaciente, caritativo y sin vestigios de avaricia.
Angel Canavesio, honesto y desinteresado, inspiraba respeto, confianza y seguridad. Aquel 15 de abril de 1926, fue el que mejor calificó para manejar los números de la flamante Institución. Desde el primer día, fue Tesorero de la Comisión Fundadora y de la gestión del Presidente Gordillo.
Por su hombría de bien y su buen desempeño en la tesorería del Club, en la Asamblea General Ordinaria del martes 13 de Marzo de 1928, los socios del Xinglar, lo designan, por unanimidad, para ocupar la Presidencia del Club (tercer Presidente y segundo elegido democráticamente, luego de Salvador Gordillo), acompañado por los siguientes: Vicepresidente: Antonio Falagán; Secretario: Jacinto Raimondi; Prosecretario: Fernando Vilela; Tesorero: Isidro Díaz; Protesorero: Salvador Gordillo; Vocales: Juan Forneris, Héctor Ravagnan, Eduardo Bianchi, José Nicola, Arturo “Tola” Ratto, José Rey y Enrique Pastorino.
La Subcomisión de Deportes, quedó constituida por: Presidente: Juan Forneris; Secretario: Jacinto Raimondi; Vocal: Fernando Vilela; Revisores de Cuentas: Héctor Uberti, Héctor Lassalle y Artemio Giulianelli.
En esta misma Asamblea, se trataron los siguientes puntos: 1) Correspondencia recibida: Casa Rivadavia, de Junín, ofrece a precios módicos, artículos de deportes. 2) Cuenta Farmacia “El Aguila” de Loyacono: se analiza y considera esta factura. El Presidente Canavesio, “ordena” a Tesorería, abonar “a la brevedad y sin más trámite”, la deuda a este farmacéutico, por la asistencia al jugador José González, por la suma de $ 30,50. 3) Se acepta el ingreso de los siguientes socios: Santiago Ravagnan, Francisco Troncoso, Alfredo Hernández, Fernando Luengo, Julio Quiroga, Pedro Quiroga, Ernesto Tanzi, José Ravagnan, Antonio Mascheroni, Pío Aguilera, Juan Pastorino, José Pastorino, Lorenzo Tapia, José Vega, Pedro Amigo, Antonio Mariani, Tomás Troncoso, José Martínez, Serafín Quiroga, Juan Gutiérrez, Pedro Comino, Agustín Costa y Carlos Rizoli (cadete). Socias: señoritas María y Erminda Bernal, Aída y Prudencia Farías, Luisa Mariani, Juana María Covachina, María Troncoso, Eva Fogliatti y Raquel Portiglia. Siendo las 24 horas, se levanta la sesión.
Debido al auge que habían alcanzado las fiestas y eventos que organizaba el Club, Angel Canavesio decide constituir una “Comisión de Festejos” a los efectos de aliviar las tareas a la Comisión Directiva. En la Asamblea General Extraordinaria de diciembre de 1928, los socios de Xinglar Club eligen a los siguientes: Presidente: Arturo Pablo Ratto; Vicepresidente: Fernando Vilela; Secretario: Artemio Giulianelli; Prosecretario: Eduardo Bianchi; Tesorero: Salvador Gordillo; Protesorero: Juan Montenegro; Vocales: Juan Forneris, Antonio Falagán, Héctor Ravagnan, José Rey, Juan Cutro, Américo Bianchi y Joaquín Riego.
A los pocos días, esta Subcomisión resuelve organizar una gran fiesta popular para los días 22, 23, 24, 25, 29 y 30 de diciembre de 1928 y 5 y 6 de enero de 1929, en el amplio pabellón de la Sociedad Española. Según crónicas de la época, estas fiestas tuvieron un éxito asombroso. Angel Canavesio, dando muestras de honestidad y transparencia, resuelve publicar, el correspondiente balance de estos eventos, en el Semanario El Pueblo: ENTRADAS: Recaudado por Boletería: $ 1.092,30. Recaudado por venta de “bombones”: $ 1.075,15. Recaudado por rifa oficial: $ 820,30. Recaudado por “juego de botellas”: $ 80,00. SALIDAS: Por gastos varios: $ 2.489,95. Quedaron para el Club: 37 cajas de ostras $ 90,65 y 50 metros de cretona: $ 40,00. Total a beneficio de la “caja social” de Xinglar Club: $ 708,45.

Salvador Gordillo

El segundo Presidente del Club y el “primer socio elegido Salvador GordilloPresidente” en Asamblea de socios, fue el señor SALVADOR GORDILLO. Estos hechos bastan por sí solos, para otorgar a su figura una especial significación en la historia de Singlar Club.
Nació en la Provincia de Catamarca, en el seno de una familia numerosa, el 9 de noviembre de 1897. Fue uno de los ocho hijos que tuvieron Ignacio Gordillo y Delia García. Llegó a Ascensión siendo adolescente a trabajar como empleado, chofer y “hombre de confianza” del Dr. Abraham Gerchmann.
Durante muchos años vivió en calle Alberdi entre Belgrano y Córdoba, en una vivienda cercana al domicilio de Osvaldo Vidal. Se casó a los 32 años en Ascensión, el 6 de julio de 1929 con Angela Mariani, con quien tuvo una hija: Delia. Nuestra querida Delia Gordillo…
Salvador, poseía una personalidad jovial, agradable y amistosa. Sencillo, siempre alegre y risueño, supo ganarse el afecto de todos.
Falleció el 16 de mayo de 1942, a los 44 años. Su temprana muerte causó una profunda pena en la comunidad. Sus restos descansan en el cementerio de nuestra localidad.
Rigió los destinos del Singlar hasta el 13 de marzo del año 1928, escoltado por los siguientes: Secretario: Jacinto Raimondi. Prosecretario: Fernando Vilela. Tesorero: Angel Canavesio. Vocales: Oscar y Héctor Ravagnan. Revisores de cuentas: Américo Bianchi, Juan Forneris y Artemio Giulianelli.
El lema de esta Comisión era: “LA UNION HACE LA FUERZA”. Así lo demuestran, los folletos que repartía el Singlar a los pobladores de Ascensión, que proclamaban: Señora, Señorita o Caballero: ¿Ud. no está asociado al “XINGLAR”?… ¿No?. Pues, si es amante a las alegres y honestas diversiones, no pierda tiempo, pase Ud. por Secretaría y pida ingreso. Le ofrecemos “sport y ejercicios físicos al aire libre” y ya no es un secreto para nadie, que nuestras fiestas y reuniones se desarrollan en un ambiente de franca y familiar alegría, de cultura y de moral; que Ud. se encuentra en ellas como en su propio hogar…Acta
La Secretaría del Club funcionaba en el mismo edificio del Cine-Bar “Cosmopolita”, propiedad de Manuel Reta, esquina donde hoy se erige la Cooperativa Agrícola de Ascensión. Aquí, los “muchachos” disponían de un lugar para reuniones de Comisión Directiva, asambleas, despacho para registro y atención de socios, archivo y espacio para copas y trofeos.
En la ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA, celebrada el 13 de agosto de 1927, se constituye una subcomisión compuesta por los señores Antonio Falagán, Antonio Rodríguez e Isidro Díaz, para gestionar la compra o alquiler de un campo de deportes e informar a la comisión Directiva en el término de 15 días. Al mismo tiempo, se acepta el ingreso de los siguientes socios: Luis Barbieri, Luis Rafaelli, Juan Colombo, Pedro Electa, Alberto Goifio, Alberto Senanes, Jacinto Pujoles, Emilio Giulianelli, Octavio Ravagnan, Fidel Fenoglio, Mateo Rossi, Raúl Lacarra, Francisco Ruiz, Gregorio de la Cuesta y Paulino Sosa. Punto seguido y para terminar, el señor Guillermo Rubíes (papá de Monce Rubíes de Minetti) pide a los asambleístas un caluroso aplauso a los muchachos que integran la primera división de fútbol. A las siete de la tarde, se levanta la sesión.
En el mes de noviembre del año 1927, Salvador Gordillo sugiere al resto de la Comisión, condecorar con dos medallas a los futbolistas Pedro Piccinini y Humberto Ravagnan, por sus méritos deportivos. Para dicho homenaje, el Xinglar invita a sus asociados y simpatizantes para el sábado 12 de noviembre de 1927 a concurrir al salón de reuniones rogando “puntual asistencia”.
Durante la administración Gordillo, no todo era fútbol. Fueron muchos los eventos culturales, pic-nics, fiestas y bailes populares que organizaba el Singlar. El Club no contaba con sede propia, por lo tanto, estos se celebraban en el Cine Bar Cosmopolita, en el Prado de la Sociedad Española y en el amplio salón de la Sociedad Italiana.

José Raimondi

El renombrado “Gringo” GREGORIO DOMINGO JOSÉ RAIMONDI, hermano menor de JacintoJose Raimondi Raimondi, nació en la ciudad de Pergamino el 8 de mayo de 1908. Se casó en Ascensión con la señorita Cleonice Bianchi (Nicha) el 01 de febrero de 1936, con quien tuvo dos hijos: Oscar Hugo y Daniel Gregorio.
Simpático, de trato afable y gentil, su honrada conducta le valió el reconocimiento de muchos amigos y clientes. Cursó los estudios primarios en la Escuela Nº 3 “Pedro B. Palacios” de esta Localidad. Hincha de Boca Juniors, fue oficial de policía para luego jubilarse en Caseros, Provincia de Buenos Aires, lugar donde falleció el 7 de julio de 1992 a los 84 años de edad.
Formó parte de la epopeya fundadora de la Institución e integró varias Comisiones Directivas.
En la historia deportiva de Singlar Club, muchos fueron los jugadores que defendieron con pasión y calidad su tradicional divisa azul y oro, pero muy pocos alcanzaron el preciado galardón de “ídolo”. En los años ´20 y parte de la década del ´30, esa honrosa distinción recayó en José Raimondi. El fervor que sentían los hinchas por “El Gringo”, motivó que su nombre figure en la sublime historia de Singlar Club.
Emblema de sacrificio, entrega y humildad, innegablemente fue el primer símbolo Xinglista. “Crack” excepcional, el Club disfrutó de la magia de José Raimondi durante muchos años.
Se inició en el “Club Argentino” en la temporada del ´20. Luego ocupó el puesto de “insider izquierdo” o “volante ofensivo” (Nº 10) en la primera división del “Sport”. Cuando este Club se disolvió, jugó en “Overland”, entidad que presidía el señor Fortunato Poleri (abuelo de Perico y Omar Poleri) y cuyo equipo estaba integrado por jugadores de la talla de Cipriano Napoli, Severo y Gerónimo “Bau” Reta, Mario Cagñotti, Paulino Ozán y Fernando Vilela. En el año 1926, se incorporó al Xinglar y defendió sus colores por más de diez años.
Recorrió varios puestos. Desde “centre half”o “centrojás” (Nº 5), “Full Back izquierdo” o marcador de punta (Nº 3) hasta “Half izquierdo” (Nº 6), posición en la que debutó en la temporada del ´30 y de la que no se movió hasta su retiro definitivo de las canchas.
En el año 1928, hereda de Juan Forneris el brazalete de Capitán. En aquella época, la función del hoy llamado Director Técnico, la cumplía el Capitán. Era mucho más que ser el líder del grupo. Debía formar el equipo, conducirlo, decidir los cambios, resolver el esquema de juego, etc.
Hacía delirar a la hinchada “auriazul” con su tenacidad y empeño, sin resignar sus buenas condiciones técnicas. Leal y fiel a sus compañeros, dentro y fuera del campo de juego, era un auténtico caballero. José Raimondi, jugador de jerarquía, con todos los códigos de la identidad “Xinglista”, tuvo el inmenso honor de integrar el equipo “campeón del año 1935”. El “primer título” en la historia de Xinglar Club.
Sin duda alguna, “El Gringo” Raimondi, dejó una huella imborrable en el Club…Su venerado Xinglar Club…

Los Hermanos Américo y Eduardo Bianchi

Americo BianchiEl Señor AMERICO SANTIAGO BIANCHI (Tito), nació en Ascensión un 3 de agosto de 1908, en el seno de una pintoresca y tradicional familia de Ascensión. Sus padres José Bianchi y Rosa Baricalla. Sus hermanos: Eduardo, Herminio, Rosa, Cleonice, María, Héctor, Irma y Alberto
Completó los estudios primarios, en la Escuela Nº 3 “Pedro B. Palacios” y desde chico trabajó de “repartidor” en la carnicería de su padre, ubicada en la ex Avda. San Martín (hoy José Hernández) entre 9 de Julio y La Rioja, (hoy propiedad del señor Oscar Sosa). En este mismo sitio se domiciliaba la numerosa familia Bianchi.
Contrajo matrimonio en Ascensión el 23 de septiembre de 1933, a los 25 años de edad con la señorita Carmen Ana (Ana, es su apellido) con quien tuvo cuatro hijos: Héctor (El Gordo), Hilda (Chola), Américo (Meco) y Arnaldo. A poco de casarse, se mudó con su esposa a una quinta ubicada en calle La Rioja (hoy vivienda del señor Ramón “Titín” Giribaldi), para luego de varios años, trasladarse a la esquina de Avda. 25 de Mayo y ex París Etulaín (hoy Almirante Brown). Tito Bianchi falleció el 23 de enero de 1980 a los 72 años de edad. Sus restos descansan en el cementerio de esta Localidad.
Siempre alegre y de buen humor, Tito era amante de las reuniones con amigos y le gustaba bailar, actuar y cantar. Poseía una voz prodigiosa y fue un magnífico actor de teatro. Según cuentan, se le presentaron oportunidades formales de actuar profesionalmente en teatros de renombre.
Hincha de San Lorenzo de Almagro, fue buen futbolista y mejor jugador de básquet-ball. Naturalmente, siempre defendió los colores del Xinglar. Con el paso del tiempo fue referee de la llamada “Liga Independiente de General Arenales”. Fue un árbitro brillante y respetado.
Américo Bianchi integró distintas comisiones directivas, hasta que el día 3 de marzo de 1932 es elegido Presidente de Xinglar Club, acompañado por: Secretario: Fernando Vilela; Tesorero: Héctor Lassalle; Protesorero: Donato Collar; Vocales: José Raimondi, Alfedo Aroldi, Manuel Rita (no confundir con Manuel Reta), Raúl Collar y Adán Arregheberre. Revisores de cuentas: José Pérez Nagore, Bernabé Reta y Manuel Reta.

El señor EDUARDO BIANCHI, un año mayor que Tito, era todo un personaje. Nació en Ascensión el 12 de octubre de 1907 y falleció, soltero, el 11 de febrero de 1960 a los 53 años de edad.Eduardo Bianchi
Cursó los estudios primarios en la Escuela Nº 3 de nuestra Localidad, hasta sexto grado. Un tanto circunspecto pero sumamente agradable y afectuoso, no tenía rival a la hora de narrar anécdotas graciosas. Era un exquisito cuentista, soberbio actor y bailarín como pocos.
El único deporte que practicaba era la pelota a paleta que solo jugaba ocasionalmente en el frontón de la esquina Reta, sede de la institución.
Toda su vida vivió con sus padres y compartía mucho tiempo con su buen y gran amigo, Manuel Reta, quien lo inició en el mundo de la música. Eduardo Bianchi llegó a ser un músico de excepción. Formó una afamada orquesta e impartía lecciones de acordeón. Entre sus alumnos, podemos citar a José Casalini, Arnoldo “Pipi” Savoy, Enrique Signori y Raúl Zunino. Según relata Irma Bianchi de Cairoli (una de sus hermanas), en los bailes y milongas donde actuaba, invariable y obligatoriamente, arrancaba con el tango… “Don Juan”.
Eduardo Bianchi era peluquero de damas y caballeros. Su peluquería se llamaba “La Garçconn´e” y pregonaba su salón en el semanario “El Pueblo”, resaltando contar con un exclusivo reservado, para el corte de melenas de señoras y señoritas. Fue el primero que, luego de perfeccionarse en la Capital Federal, se animó a realizar “permanentes” a las damas de la época. En aquellos tiempos, era todo un suceso…
Américo Bianchi, junto con su hermano Eduardo, intervinieron vigorosamente en la fundación de Xinglar Club, apoyados y acompañados, incondicionalmente, por sus padres y hermanos. Flia Bianchi
En el acta fundacional de la Institución, figuran Américo y Eduardo Bianchi pero, sin ninguna duda firmaron “en nombre y representación” de toda la familia. El admirable vínculo que unía al Xinglar con “Los Bianchi” fue digno de admiración. La pasión, la lealtad y el fervor que sentían por el Club, no conoció límites.

Los Hermanos Héctor y Oscar Ravagnan

 

Hector y Oscar RavagnanLos que suscribieron el Acta de Fundación de Singlar Club, el 15 de abril de 1926, fueron los hermanos HECTOR y OSCAR RAVAGNAN, aunque toda la familia sentía una afinidad y simpatía especial por el Club. Tal es así que, una de las tantas reuniones preliminares a la formación de la Entidad, se llevó a cavo en la casa de José Ravagnan, disfrutando de un asado con amigos y compañeros de trabajo.
Los hermanos HECTOR y OSCAR RAVAGNAN, provienen de una familia de clase media, tradicional de Ascensión y muy arraigada a nuestro pueblo, compuesta por sus padres José Bernardo Ravagnan y Carmen Oldani y sus hermanos: Humberto (Tito), Edmundo, José (Pepe), Victorino (Toto) y Lidia.
El Señor HECTOR NATALIO RAVAGNAN, el hijo mayor, nació en el año 1907. Creció con sus padres y hermanos en la ex calle Independencia (hoy Laprida),Hector Ravagnan entre 9 de Julio y La Rioja, frente al domicilio del señor Enrique Aguirre. Esta vivienda se preserva casi en el mismo estado que entonces.
Héctor Ravagnan, el popular “Escopeta”, cursó los estudios primarios en la Escuela Nº 3 “Pedro B. Palacios”. De muy joven consiguió empleó en la Usina de Luz Eléctrica de Ascensión y por su inclinación natural y talento innato por la mecánica y los motores, ascendió rápidamente y obtuvo el rango de “Encargado General de Máquinas” de las Usinas Eléctricas de Ascensión, General Arenales, Arribeños y Teodelina.
Cuando se casó con la señorita Emilia Lippi (hija del por entonces Jefe de la Unión Telefónica de Ascensión señor Danilo Lippi), en marzo de 1935, se mudó a la calle ex Rafael Reta (hoy Corrientes) entre Santa Fe y Sarmiento (en nuestros días, vivienda de la señora Margarita “ITA” Bovetti de Uberti).
Hincha de River Plate, no le atraía demasiado el deporte. Su vocación era la música. Fue un eximio violinista y formó parte de una renombrada orquesta local llamada “El Mosquito”, compuesta por su director, Luis Sivori (guitarra), Federico Videla (contrabajo), Santiago Damiani y Fernando Torres (bandoneones) y José Namhias y Héctor Ravagnan (violines). Más adelante, integró la “Orquesta Típica y Característica Ascensión” constituida por: Nilda Nebuloni (piano), Ermindo Colaneri y Gilberto “Conino” Altamirano (bandoneones), Luis Sivori (contrabajo), Carlos Del Campo y Héctor Ravagnan (violines).
Héctor, de trato amable y servicial, era extraordinariamente divertido y alegre. Le gustaba encontrarse con amigos, las fiestas y por su condición de músico, evidentemente los bailes y festivales artísticos.
En el año 1945, por motivos de trabajo, se traslada con su esposa a la ciudad de General Arenales. No tuvo hijos y falleció en Ascensión en 1959, a los 52 años de edad. Sus restos descansan en el cementerio de nuestra Localidad.

Oscar RavagnanEl señor OSCAR PEDRO RAVAGNAN, dos años menor que su hermano Héctor, nació en Ascensión un 5 de diciembre de 1909.
Cursó la primaria en la Escuela Nº 3, hincha de River, hábil carpintero y “virtuoso filetero”. Una de sus habituales funciones, era decorar con “exquisitos filetes” los carruajes y “sulkis” fabricados por pedido, en la Carpintería, Herrería y Aserradero de su padre. Poseía una destreza sorprendente en este arte. Asimismo, trabajó varios años con el señor Santos Alzari y en aserraderos de Ferré y General Arenales.
Se casó en nuestro pueblo con Hermelinda Mataloni en1954 a los 46 años de edad. Sin hijos, siempre vivió en la casa que heredó de sus padres.
Oscar Ravagnan, humilde y sin malicia, derrochaba generosidad. Su bondad fue increíble. No practicaba deportes, pero sentía una atracción casi “exagerada” por el baile. Por su singular manera de menearse y desplazarse en la pista, con movimientos elegantes y veloces, le apodaban “La Laucha Milonguera”.
Oscar Ravagnan, falleció en nuestro Pueblo el 13 de agosto de 1977, a los 68 años de edad. Sus restos mortales yacen en el cementerio de nuestra Localidad.
Héctor y Oscar, intervinieron en diferentes Comisiones Directivas de la Institución, pero, al momento deelegir, preferían integrar las “Subcomisiones de festejos” del Club. Para los hermanos Ravagnan, el Xinglar era sinónimo de fiesta, “milonga” y baile.

Francisco Pennella

El señor FRANCISCO PENNELLA (Pancho), intervino pujantemente en la instauración y fundación de Singlar Club. Desdichadamente, su breve permanencia en Ascensión, le impidió disfrutarlo a pleno. Fransisco Penella
Nació en Colón, Provincia de Buenos Aires, el día 06 de agosto de 1906. Era el cuarto hijo de los nueve que tuvieron Pascual Pennella e Isabel Sanzone. Sus hermanos: Antonia, José, Miguel, Domingo, Rafael, María Rosa (Mamá de Alberto Meloni), Juan Pedro y Magdalena.
Contrajo matrimonio en la localidad de Salto el 20 de agosto de 1931 con la señorita Angela Domenica, con quien tuvo dos hijos: Nilda Luisa y Obdulio Norberto.
Falleció el día 15 de marzo de 1995, a los 89 años de edad. Sus restos mortales descansan en la ciudad de Morón, Provincia de Buenos Aires.
El apreciado y abnegado Pancho Pennella, desde su más tierna infancia conoció el sentido del trabajo duro y sacrificado. Aplicado y laborioso, ayudó diligentemente a sus padres en la pequeña quinta familiar, donde sembraban, cosechaban y comercializaban frutas y verduras. Muy a su pesar, debió resignar los estudios para ayudar al sostenimiento de su hogar, pero gozó desde su niñez, de una enorme voluntad de progresar y de un carácter firme y decidido que suplió con creces esta carencia.
La huerta de sus padres abarcaba aproximadamente un cuarto de la manzana rodeada por las calles José Hernández, Colón, Bartolomé Mitre y La Rioja (actualmente se ubican las propiedades de Hugo Zarantonelli, Víctor Laserna, Nelly Ehagaraz y la vivienda y taller mecánico de Antonio Colaberardino). Por la amistad que existía entre su padre y el señor Juan Uthurriaga (abuelo de Arnaldo y Juan Pedro Uthurriaga), este le cede a la familia Pennella, en calidad de préstamo, dos hectáreas frente a este predio, para expandir la explotación de la quinta (una de las primeras de Ascensión).
Pancho, siendo adolescente, supo trabajar como “ayudante de cocina” en la estancia “La Bolada” de Uthurriaga. En aquellos tiempos, estos campos ocupaban una superficie de 1.360 hectáreas y la cocina se ubicaba, exactamente, donde reside la señora “Chola” Olocco de Uthurriaga, mamá de Juan Pedro Uthurriaga.
Poseía conocimientos de albañilería, motivo por el cual, fue contratado como “media cuchara” en la construcción del Pabellón de la Sociedad Española de Socorros Mutuos de nuestra Localidad. Más adelante, el joven Pancho Pennella obtiene empleo en “la cuadra” de la panadería del señor Andrés Molina.
A Francisco Pennella le gustaba bailar, reunirse con familiares y amigos y en el ambiente futbolístico, tuvo una fugaz intervención en las canchas vistiendo, lógicamente, la casaca “Xinglista”.
En el año 1927 se incorpora al servicio militar en el Batallón de Artillería, en los cuarteles de Ciudadela, sobrellevando y cumpliendo tareas en “el rancho”. Finaliza con su deber patriótico y regresa a Ascensión. Al poco tiempo, se ausenta con sus padres y hermanos a la localidad de Inés Indart, Provincia de Buenos Aires, donde la familia Pennella, con los ahorros procedentes de un arduo y afanoso trabajo, adquiere una chacra con destino a horticultura y horno de ladrillos.
Alto y de constitución compacta, Pancho hizo del trabajo su elemento y rindió culto al esfuerzo personal. Fue vendedor de frutas y hortalizas, comisionista a y de Buenos Aires y con el tiempo, propietario de tres hectáreas de tierra destinada a “horno de ladrillos”y panadería, en sociedad con sus hermanos Domingo y Juan Pedro. Con el producto de la venta de esta propiedad, adquiere una fábrica de soda y simultáneamente arrienda un campo en O’Higgins, Provincia de Buenos Aires, para explotación agrícola. Sin descuidar esta última actividad, se convierte en propietario de un camión de transporte que él mismo conduce, “cargando” a Capital y Gran Buenos Aires. En el año 1951 se establece en Morón y, tras reunir el capital necesario, pudo financiar la compra de dos colectivos de la Empresa “La Cabaña”. Se dedica por entero a esta actividad hasta 1970, año en que se jubila.
Don Francisco Pennella podría haberse retirado a la vida ociosa pero, su espíritu inquieto y pertinaz no le permitió permanecer inactivo. Luego de algunas averiguaciones obtiene un puesto en la “Tejeduría Morón”, empresa de la que se retiró a la edad de 78 años.
Su hija Nilda, se refiere a su padre como un ser excepcional y único con un objetivo claro y preciso que lo mantuvo activo hasta sus últimos días: brindar a sus hijos, una educación justa y honorable.
Francisco Pennella, jamás se olvidó de su niñez y primera juventud en Ascensión y siempre evocaba y recordaba a “su” Xinglar Club. Según textuales palabras del señor Alberto Meloni, su tío Pancho experimentaba un “furioso” fanatismo por “el Xinglar”. Infelizmente, no lo vio crecer en todo su esplendor, pero asistió a su nacimiento, lo cobijó entre sus brazos, lo alentó a dar sus primeros pasos y lo amó con probada pasión.

Eduardo Troncoso

 

El señor EDUARDO AGÜEDO TRONCOSO, el recordado “Zurdo”, nació en Ascensión un día jueves 14 de octubre de 1909. Desciende de una de las primeras familias pobladoras de nuestro Pueblo, compuesta por su padre, Francisco Troncoso, de oficio “Carrero”, su madre Rosa González ama de casa y sus cinco hermanos: José (Chengo), Esther, Lucía (Lucha), Rosa y Jacinta.
Se casó en Colón, Provincia de Buenos Aires, el 12 de diciembre de 1942 con la señorita Rosa Concepción Cesase a los 33 años de edad, con quien tuvo dos hijos: Juan Carlos y Eduardo Osmar.
Falleció el 01 de octubre de 1991 a los 82 años. Sus restos, yacen en el cementerio de nuestra Localidad.
Casualmente, El Zurdo siempre vivió sobre la “misma cuadra” perteneciente a la calle Bartolomé Mitre, entre 9 de Julio y La Rioja. Creció con sus padres y hermanos en el lugar donde hoy se levanta la casa de la señora Celina “Cela” Montenegro de Miranda. Luego, el matrimonio Troncoso-Cesase se muda a la vivienda ubicada frente a este domicilio, hoy propiedad de la señora Aída Fulcheri de Francioni, para concluir en el Nº 176 de la arteria precedentemente citada.
Hincha ferviente de Boca Juniors, cursó los estudios primarios en la Escuela Nº 3 y de muy joven, supo trabajar en las máquinas trilladoras del señor Laureano Savoy (Papá de Humberto Oscar Savoy y suegro de Edda “Chola” Riego). Si bien trabajaba duro, los días que tenía que jugar al football, sin vacilar un instante, largaba todo y se venía caminando a la cancha. Luego se empleó en la Usina de Luz Eléctrica, empresa a la que dedicó gran parte de su vida y en la cual se jubiló.
En los eventos y festejos que organizaba el Club, Eduardo, necesaria y obligatoriamente, se encargaba de la iluminación y de todo lo concerniente a instalaciones, conexiones y mecanismos eléctricos. En materia de electricidad, era un experto, al mismo tiempo que ingenioso y hábil con sus manos. Los juguetes que fabricaba a sus hijos cuando eran chicos, eran sencillamente “perfectos”. Según cuenta su hijo Eduardo, eran verdaderas maravillas que funcionaban… de verdad.
Su pasión: “el Fútbol”. La devoción que sentía por el más popular de los deportes lo movilizó a participar vivamente en la organización del Xinglar Club. La razón era muy clara y simple: si había Club…, había fútbol…
El “Zurdo” Troncoso, jugador de calidad, hábil con la pelota, de una fuerte personalidad dentro del “field” y goleador de “pura cepa”. Puntero izquierdo por vocación, recibía el balón en campo enemigo, maniobraba, se acomodaba y le pegaba. Convertía de larga, media y corta distancia. Si pisaba el área, “mataba”. Dueño de una “zurda” mágica y prodigiosa (de ahí su apodo) jugaba por la izquierda o “wing izquierdo” (Nº 11). La hinchada quedaba asombrada ante cada jugada del Zurdo. A veces, suavemente y con clase “empujaba” la pelota al fondo de la red. Otras, tremendos fusilamientos que perforaban la resistencia de los arqueros rivales y que provocaban el delirio del público Xinglista.
Desde el instante mismo de la fundación del Club, vistió la divisa “azul y oro”. En el año 1929, tuvo un desempeño memorable como Nº 8 (insider derecho), resultando ser el máximo artillero de la temporada, con 14 goles convertidos, seguido por Severo Reta (Social), con 12; Carlos Pró (Xinglar), con 8; Hipólito Vilche (Independiente), con 8; Agustín Reta (Xinglar), con 7; Cipriano Napoli (Social), con 5; Raúl Collar (Xinglar), con 4; Miguel Martín (Independiente), con 3 y Juan Cutro (Xinglar), con 2. El día 24 de noviembre de 1929, el Zurdo, recibe de la Sección Deportes de Semanario El Pueblo y de manos de Jacinto Raimondi, una artística medalla de plata, por ser el “recordman de goals”.
TroncosoSin duda, El Zurdo Troncoso perteneció a esa camada de futbolistas legendarios del Xinglar Club. Jugó en los gloriosos años ´20, época de partidos amistosos y desafíos pactados y alcanzó a participar del campeonato oficial organizado por la Asociación Deportiva de General Arenales, que dio comienzo en el año ´30.
Eduardo Troncoso, hombre “derecho”, de conducta honrada y sentimientos nobles, dilapidaba generosidad. Cortés, respetuoso, extremadamente sencillo y reservado, acentuaba los valores de los demás sin permitirse jamás, la osadía de juzgar a alguien y mucho menos, presumir o hablar de sí mismo.
Bien “plantado” y elegante, en sus años mozos “empilchaba de primera”. En la madurez de su vida, solía jugar al billar en la Sede Social del Club con su amigo y vecino Don Francisco Gutiérrez, “el zapatero”. Con el paso del tiempo, más sereno y apacible, prefería la quietud y el calor de su hogar.
Incuestionablemente, el señor Eduardo Agüedo Troncoso (El Zurdo), fue uno de los “grandes” de la épica fundacional de la Entidad Auriazul.

Enrique Delgado

Enrique Delgado

El señor SEBASTIAN ENRIQUE DELGADO, fue uno de los fundadores distinguidos de Xinglar Club. Tenía 25 años al tiempo de firmar el Acta de Constitución, aquel 15 de abril de 1926, edad más que razonable para convertirlo en uno de los “caudillos” del grupo fundador. Su “experiencia” inspiraba respeto y sus opiniones y sugerencias, eran atentamente escuchadas y tenidas muy en cuenta por el resto de los muchachos.
Nació en Ascensión en el año 1901. Hijo de Fabián Delgado y Silvia Díaz, tenía siete hermanos: Roberto, Marcelino, Nicolás, Manuel y Juan Luis (papá de Juan Carlos Delgado, comisionado actual de La Angelita). Dos hermanos maternos: Otilia Rufina Contreras (mamá de Noelia Romero de Comino) e Isidro Díaz (Suegro de María Luisa “Nena” Díaz).
De oficio “licorero”. Trabajó junto a su hermano Isidro Díaz, en la afamada y popular Sodería y Fábrica de Aguas Gaseosas “La Nieve”. Esta empresa, concesionaria de la Cervecería y Maltería Quilmes y de la popular bebida sin alcohol “Bilz”, se dedicaba a la fabricación de soda y lavandina, acopio de “cascos vacíos” y venta de refrescos, licores y vinos.
Su sobrina Noelia Comino, no conoció a su tío (el mismo año que Noelia nacía, su tío Enrique fallecía), pero recuerda una anécdota que sus padres siempre contaban: en el instante que Enrique sufría una herida cumpliendo con sus faenas, no vacilaba en introducir la zona afectada en “cloro”, materia prima básica en la producción de lavandina y muy útil en la fábrica. Por su eficaz poder antiséptico, Enrique Delgado consideraba a este potente producto químico, esencial y vital para prevenir infecciones.
Lamentablemente no hay informes biográficos referentes al temperamento, aspecto físico y personalidad del señor Delgado. Si se sabe que le agradaba intervenir en veladas teatrales y que su deporte favorito era el fútbol. Jugó bastante tiempo en la “intermedia” (segunda) del Xinglar.
El señor Enrique Delgado, luego de soportar una penosa enfermedad, falleció el día 05 de mayo del año 1931, a la joven edad de 30 años. Su prematura desaparición causó un profundo dolor en la comunidad de Ascensión. De los 16 hombres que integraron el grupo fundador, Enrique Delgado fue el primero que murió. Sus restos descansan en el cementerio de Ascensión, sepultado en una artística cripta con lapida de mármol. Junto a él, se hallan los despojos mortales de su abuela, Doña Justina Martínez, la cual, increíblemente, falleció a los “110 años” de edad.
Ese día martes 05 de mayo de 1931, a las 16:00 horas, es inhumado el cuerpo de Enrique Delgado en la Necrópolis local. El señor Fernando Vilela, en nombre de Xinglar Club, pronuncia unas palabras de despedida, que vale la pena recordar:
“Deber penoso por cierto para mí el de dar el último adiós al amigo que se va, que inicia el viaje sin retorno hacia lo desconocido. La muerte, siempre en acecho, lo arrancó de nuestro seno, como un zarpado traidor, cuando aún la vida le ofrecía la más seductora de sus sonrisas, cuando aún la existencia tenía para él, el color de las flores. Enrique, amigo mío, te has ido para siempre, pero tu recuerdo, vivirá eternamente en nuestros espíritus. Los que fuimos tus amigos, tus compañeros, los que compartimos contigo tus tristezas y tus alegrías en completa camaradería, los que oímos latir aceleradamente tu corazón al unísono con los nuestros, sabemos que has dejado un vacío enorme que no podrá llenarse y nos recordará siempre tu ausencia. Enrique, los que fuimos en el XINGLAR CLUB tus amigos y camaradas, reunidos aquí en esta circunstancia tan dolorosa, se despiden de ti para siempre. ¡Adiós Enrique..! . ¡..Descansa en Paz…!.”
La muerte sorprendió al joven Enrique Delgado, en el fulgor de su vida y, seguramente, con muchos sueños, anhelos y proyectos para el Club.
Incuestionablemente y sin ninguna duda, el señor Sebastián Enrique Delgado fue uno de los “grandes” del movimiento fundador.

Salvador Vitale

El señor FRANCISCO SALVADOR VITALE,Salvador Vitale llegó a Ascensión junto a sus padres y hermanos en el año 1925. Pese a sentirse apenas familiarizado con nuestro Pueblo, acepta, sin cavilar, la invitación de incorporarse a la camarilla organizativa del Xinglar Club. Este hecho certifica claramente la confianza, adhesión y respeto que infundía en el resto de los muchachos, la personalidad de Salvador Vitale.
Su nacimiento tuvo lugar en Acevedo, Partido de Pergamino, el 27 de noviembre de 1899. Su infancia transcurrió junto a sus progenitores y hermanos en un ámbito rural que lo habilitó para enfrentar y desarrollar con aptitud y energía, cualquier actividad relacionada con el campo.
Su padre, llamado Vicente Vítale y su madre, María Villalba, se establecieron con sus hijos en una quinta en el barrio de la Estación Ascensión, donde tenían hornos de ladrillos y se dedicaban a distintas labores. Sin duda, el joven Salvador se codeo con el trabajo rudo y sacrificado de aquellos tiempos. Tenía seis hermanos: Francisca, Rosa, Angel, Marcos, Vicente (papá de Ramón, Raúl, Norma y Juan Vitale) y un hermano materno: Pedro Celestino Villalba, el recordado “Tino” (papá de Rosita, Marta y Héctor Villalba).
A los dos años de radicado en nuestro Pueblo, en 1927, contrajo matrimonio con la señorita María Haller (Tía materna del señor Enrique “Coco” Venero). De esta unión nacieron Dora Margarita (Chichina) y Edgardo Francisco. Los esposos Vitale-Haller y sus pequeños hijos, vivieron sobre la Avenida 25 de Mayo entre Independencia y Bartolomé Mitre, en la casa que fuera vivienda y taller del señor Alberto Di Pardo, hoy locales comerciales del señor Humberto Polessello y domicilio de los señores Mario Ahmed y Aldo Pérez. Luego, la familia Vitale se muda a la misma Avenida 25 de Mayo (hoy Libertad) entre Corrientes y Jacinto Videla, a una “casona” ubicada entre la Cooperativa Agrícola y la propiedad del Dr. Armando Ipiña. En nuestros días, son lotes baldíos del señor Arturo Ratto y a la señorita “Coty” Ypiña.
Don Salvador Vitale falleció el 16 de junio de 1970 a los 71 años de edad. Sus restos descansan en el cementerio central de la ciudad de Junín.
A poco de asentado en Ascensión, consigue empleo en las máquinas “trilladoras” de diferentes contratistas rurales de aquella época. Trabajó, alternativamente, con los señores Juan Colombo, Laureano Savoy, Juan Esteban Traverso (papá de Juan, Gilberto y Angel “Tito” Traverso) y Demetrio Nicola (“El Negro Carlín”, papá de Olga Nicola). Asimismo, cumplió diversas funciones en Casa Minetti.
En el año 1950, Salvador Vitale se establece en la ciudad de Junín, Provincia de Buenos Aires, para trabajar a las órdenes de la empresa Caputo, encargada del tendido de la red de agua corriente. Trabajó dos años, ganó “buena plata” y levantó su casa en el Nº 693 de la calle Coronel Suárez de esa ciudad. En esta vivienda, actualmente reside su hijo Edgardo junto a su esposa Marta. Concluida la obra de agua potable en Junín, vuelve a sus habituales tareas en las máquinas cosechadoras de contratistas rurales de la zona.
Salvador Vitale, hincha fanático de Boca Juniors, durante su estancia en Ascensión, era el típico hombre de Club: mostrador, café, charla con amigos, billar, naipe y bochas. Las sedes sociales de los Clubes, siempre fueron verdaderos centros de reunión de la vida comunitaria. El proceso de sentarse a una mesa, jugar una partida de naipes, compartir un café o una copa y conversar “un poco de todo”, es un rito social ancestral que permite los contactos humanos más cordiales, en una atmósfera de camaradería única. Es este carácter exclusivo lo que distingue a los clubes de pueblo. Como dice el tango…:“en tu mezcla milagrosa de sabihondos y suicidas, yo aprendí filosofía, dados, timba y la poesía cruel….”. Los “compinches” del Xinglar, esperaban al “Negro” Vitale con regocijo y lo recibían con distinción. Le gustaba jugar al “mus” y nunca le faltaba compañero para el “truco”. Su pasión deportiva eran “las bochas”. Conforme cuentan, fue un “bochófilo” de nota.
La devoción por la familia, los amigos, compañeros de trabajo y allegados, le procuraron a Salvador Vitale, una vida rodeada de afecto, aprecio y reconocimiento. Hombre decente, sencillo, muy sociable y de trato amable, prodigaba nobleza y generosidad. Un ser humano extraordinario, según recuerda su hijo Edgardo, testimonio que reafirma su sobrina, la señora Marta Villalba de González.

Los señores Juan Forneris, Luis Colombo, Jacinto Raimondi, Angel Canavesio, Salvador Gordillo, Américo Bianchi, Eduardo Bianchi, Hèctor Ravaganan, Oscar Ravagnan, Eduardo Troncoso, Emilio Fernández, Luis Miranda, José Raimondi, Enrique Delgado, Francisco Pennella y Salvador Vitale, aquel legendario e histórico 15 de abril de 1926, tuvieron el altísimo honor de redactar y firmar el Acta de Fundación, la noble misión de convocar a Asamblea para elegir la Comisión Directiva oficial, darle nombre al club y el exclusivo privilegio de elegir los colores de su bandera. Sucesos notables, sublimes y más que suficientes para que sus nombres permanezcan intactos y para siempre, en las páginas azul y oro de la historia enorme de Singlar Club Social y Deportivo de Ascensión.